Mucha gente cree que vivir en pareja es siempre color de rosa, pero la realidad es otra.
Compartir la vida con la persona que amas no es levantarse temprano para desayunar juntos en la cama todos los días. Tampoco es acurrucarse dulcemente cada noche hasta dormir. No es tener siempre la casa impecable ni la comida perfecta recién hecha.
Vivir en pareja es discutir por cosas simples, como quién olvidó sacar la basura. Es dormirse agotado porque el día ha sido difícil. Es pelear por temas financieros, sentir que te quitan las sábanas en medio de la noche y despertarte con frío. Es discutir sin motivo aparente, solo por el cansancio acumulado.
Pero a pesar de todo, cada día esperas con ansias ver a esa persona. Te apresuras a volver a casa, sabiendo que te ama y se preocupa por ti. Te ríes cuando accidentalmente hace algo gracioso, se imitan mutuamente y preparan la cena juntos, haciendo que el día complicado sea más llevadero.
Es pasar por una crisis emocional y tener a alguien que, con amor, se sienta a tu lado, te abraza y te asegura que todo estará bien, y tú lo crees. Es amar a esa persona, incluso cuando te vuelve loco y saca lo peor de ti.
Vivir con la persona que amas es discutir por tonterías y pequeñas molestias, pero también es tener un amor que muchos buscan durante toda su vida. Es un amor que puede haber sido desafiado, pero que ha demostrado ser más fuerte.
No es perfecto, y mantener el equilibrio todos los días es un reto, pero es maravilloso y lo mejor que puedes experimentar. Porque si fuera fácil, no tendría el mismo valor.
Por eso, sin importar lo que pase, siempre es lindo saber que al final del día, hay alguien que te espera en casa
Cada día escribimos un nuevo capítulo en nuestra vida 💛 Lo importante es que tu decides lo que quieres , lo que te estorba y que se tiene...
